jueves, 3 de junio de 2010

El evento alternativo del Bicentenario también fue masivo - Por Indymedia Pueblos Originarios

“Nos nutrió de energía para seguir luchando”, dijeron referentes originarios de las provincias.

Fotos de Dante Farías del Movimiento en Defensa de la Pacha

El evento alternativ...

Se habla de tres millones de personas movilizadas por los festejos oficiales del Bicentenario argentino en la ciudad de Buenos Aires. Hubo un festejo alternativo que también se nutrió de la gran convocatoria del 25 de mayo. Fue frente al Congreso de la Nación y participaron distintos sectores sociales. Los representantes de los pueblos originarios destacaron el apoyo de la sociedad no indígena y el intercambio con otras comunidades.

Las jornadas se llamaron “El Otro Bicentenario, el Bicentenario de los Pueblos”, comenzaron el lunes 24 y contaron una variada oferta de actividades: una carpa donde se desarrollaron charlas, un escenario donde tocaron músicos –rock, hip hop, cumbia e indígena-, una transmisión en vivo de un canal comunitario de televisión y una extensa feria con puestos de organizaciones y artesanos indígenas. Unas 2 mil personas participaron de la marcha de cierre, recorriendo Callao, Corrientes, Talcahuano y Avenida de Mayo hasta volver al Congreso.

La preparación de este evento alternativo estuvo a cargo de la Asamblea del Otro Bicentenario, que comenzó a reunirse en el 2009 en la Facultad de Filosofìa y Letras de la UBA. La integran organizaciones indígenas, campesinas, barriales, estudiantes y de derechos humanos.

Para Raquel Vázquez, de la comunidad lule de Finca Las Costas, ubicada a pocos kilómetros de Salta capital en el municipio San Lorenzo, participar de las actividades fue un gran respaldo. “Estoy realmente feliz, no esperaba que Buenos Aires nos recibiera de esta manera y nos diera el espacio que ni siquiera en nuestra propia provincia nos están dando”. Su comunidad lucha por proteger 12.000 hectáreas que según aseguran el Gobierno quiere privatizar. “Estamos cuidando un patrimonio de toda la Argentina y de todo el mundo, para que cualquiera lo pueda visitar y conocer”. La provincia quiere entregar las tierras al Jockey Club y otras instituciones privadas.

Vázquez destacó de El Otro Bicentenario “la posibilidad de hablar y ser comprendidos, no ser juzgados, rechazados ni discriminados. Pudimos aprender, intercambiar muchos conocimientos y nutrirnos de energía para seguir luchando”

Si bien fue una convocatoria diferenciada respecto a la movilización nacional indígena que llegó a Buenos Aires el 20 de mayo, muchos de los que fueron parte de El Otro Bicentenario estuvieron acompañando dicha marcha, o directamente llegaron a Buenos Aires con ella. Por ejemplo la mayoría de los integrantes de la comitiva de la comunidad diaguita de Chuschagasta, de donde era Javier Chocobar el dirigente asesinado en Tucumán el 12 de octubre pasado (Leer entrevista: Caso Chocobar: “Para que hayan dejado libre a estos tres asesinos hubo presión política”).

Eusebio Antieco, de la comunidad mapuche-tehuelche Newentuaiñ Iñchiñ (la fuerza de todos) de Costa del Lepá, Chubut, marchó con El Otro Bicentenario y también se acercó a la Plaza de Mayo el 20. Sobre las jornadas en Congreso expresó: “Muy emocionante ver cantidad de comunidades de distintos lugares del país que se unieron y escuchar a las abuelitas todo lo que sufrieron, nosotros vivimos el mismo atropello e injusticia de parte del Estado argentino. Es una experiencia muy buena, me llevo mucho de acá”.

Angélica Mendoza, del Equipo de Pueblos Originarios del SERPAJ que preside el Premio Nóbel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, contó que recibieron la amplia invitación de los organizadores y estuvieron de acuerdo con algunos de sus postulados, “no todos, pero eso ya es mucho hoy en día”. Instalaron una carpa y difundieron la campaña por el Premio Nóbez de la Paz para el presidente de Bolivia Evo Morales. “Mucha gente ha venido a firmar y a solidarizarse, estamos muy conformes”, manifestó Angélica.

En otra de las esquinas se ubicaron las mesas de las asambleas vecinales del Gran Buenos Aires que trabajan problemáticas ambientales: Ciudad Evita, Asamblea Delta y Río de la Plata, Lagunas de Rocha y Santa Catalina, entre otros. Allí también estuvieron los integrantes del Movimiento en Defensa de la Pacha, que en sus demandas en el norte de Tigre y sur de Escobar mezclan patrimonio ambiental, la memoria de las culturas ancestrales y el daño cultural ocasionados por los barrios privados en los márgenes del área metropolitana.

“Represión, maltrato y nadie que entienda”, ese es el panorama en las provincias dijo a Indymedia la lule Raquel Vázquez. “Al defender la tierra estamos defendiendo todo el territorio argentino y al mundo. Está en nuestras manos volver a lo antiguo, a los saberes filosóficos, a la familia, a volver a vivir de la naturaleza como corresponde”. Para ella, la Independencia de 1816 benefició a determinadas familias que en muchos casos hoy gobiernan en las provincias. “Significó la libertad de comercio y enriquecimiento para ellos, pero la opresión para el pueblo indígena”.

Germán Lefimi, mapuche llegado desde la meseta central de Chubut, declaró: “Yo quisiera que me digan qué se está festejando, no creo que haya nada que festejar”. Su principal denuncia son los impactos negativos de la megaminería propiciada como modelo de desarrollo por el gobernador Das Neves. Lefimi se define como un simple obrero que trabaja en Esquel, pero con su familia recuperaron 6.000 hectáreas y está dispuesto para la lucha. “Vienen a destruir, a contaminar, a matar todo. Para los grandes funcionarios les viene bien porque vienen, se llevan todo. La meseta de por sí es seca, se empiezan a secar las napas de agua y las vertientes, entonces ya no tendremos nada”. Se decía que Bill Gates era uno de los dueños de la minera. “Cambian de nombre todos los días, no se sabe quién va al frente”.

Contó que el 20 de mayo se movilizaron a Rawson distintas comunidades. Los ancianos querían hablar con el Gobierno pero no fue posible porque no dio la cara: “El señor Gobernador dice que hablar de la minera es mala palabra”, narró Lefimi.

A la presidenta Cristina Fernández de Kirchner le dio un mensaje: “tendría que convocar a las comunidades, no a los punteros políticos del Gobierno que no saben cómo está la situación”, dijo Lefimí. “Andan muchos usando la bandera mapuche, pero realmente lo están traicionado al pueblo aborigen”, sentenció.

El apoyo recibido en Buenos Aires fue destacado por los referentes que llegaron desde otras regiones del país. En este sentido, Eusebio Antieco expresó: “La gente no indígena ha tomado conciencia y nos está dando la razón, que reclamamos lo justo y necesario. Es emocionante ver a estos hermanos jóvenes, estamos acompañados por ellos. El cambio se está viniendo, hoy es un paso”.

La lule salteña Raquel Vázquez, por su parte, declaró: “El blanco nos apoyó un montón en Buenos Aires. La juventud, excelente, no es la juventud que se vende en los medios masivos de comunicación. Tenía temor de venir acá, de encontrarme con esos jóvenes que muestra la televisión, los ladrones, drogadictos sin remedio. Encontré algo distinto: contención, mucho afecto y comprensión”.

Más allá de las distintas convocatorias en las que participaron, los pueblos indígenas ganaron un protagonismo impensado en este Bicentenario.

El mapuche-tehuelche Eusebio Antieco expresó: “Queremos igualdad de condiciones para nuestras naciones, hoy es un gran momento para que sean reconocidas. Esta es la gran oportunidad que tiene el pueblo argentino para consolidarse con nosotros y entre todos sacar el país adelante”.

“No venimos con rencor ni a imponer la guerra como ellos nos hicieron, simplemente queremos un diálogo y que nos respeten como las grandes naciones que fuimos en su momento en este territorio”, completó.

2  - Festival en la m...

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4  - Puesto del Movim...

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