martes, 1 de septiembre de 2009

"Tigre es un área clave de destrucción de patrimonio arqueológico"

El Centro de Registro del Patrimonio Arqueológico y Paleontológico, dependiente del Instituto Cultural Bonaerense, es el órgano oficial que se dedica al cuidado, conservación y protección del patrimonio arqueológico y paleontológico en el ámbito de la provincia. Su coordinador, el arqueólogo Fernando Oliva, en diálogo con La Flecha (Radio Estación Sur 91.7 FM de La Plata) manifestó que hay numerosos yacimientos que se encuentran en riesgo por el avance de la construcción de barrios privados. Señaló a la zona del delta del Tigre como una de las más afectadas y habló sobre la necesidad de implementación de una evaluación de impacto arqueológico para los grandes emprendimientos inmobiliarios. PARADIGMA. Los trabajos de la firma EIDICO para ampliar el Canal Villanueva, en el límite entre Tigre y Escobar. (Rulo)
Tigre es uno de los partidos bonaerenses que más se desarrolló en la última década; no sólo creció en población, sino también en infraestructura pública y sobre todo, privada. A sólo 35 kilómetros de Buenos Aires se encuentra esta tierra codiciada, caracterizada por la elevada cotización de sus lotes, una zona turística en progresiva valorización, en la que invierten las principales inmobiliarias.

El funcionario de la provincia Fernando Oliva reveló que la zona del delta está muy afectada por la construcción, uno de los principales factores de destrucción de patrimonio arqueológico. "Hoy tenemos un problema grande en la zona norte del Conurbano por ejemplo en donde hay edificación de countries, donde hay también sitios arqueológicos, en la zona del Tigre, Pilar, todo esos lugares están en problemas. El tema del Tigre, es que están conquistando la costa, se está perdiendo, es un área clave de destrucción del patrimonio arqueológico, son áreas que hay que discutir".

La zona de lo que se conoce como el "Nuevo Tigre" empezó a sufrir el impacto de los megaemprendimientos en la década del 90', con la construcción de la ciudad pueblo Nordelta (1400 has) impulsada por el empresario Eduardo Constantini. Luego fue el turno de la desarrolladora EIDICO S.A. (Emprendimientos Inmobiliarios de Interés Común), que cuenta con 15 barrios cerrados y cuyo fundador y director es Jorge O'Reilly, quien tiene aceitados lazos con el municipio de Tigre, hasta el punto que cuando el intendente Sergio Massa fue nombrado Jefe de Gabinete en el Ejecutivo Nacional, nombró el empresario inmobiliario como asesor ad honorem. Además, un ex directivo de EIDICO, el ingeniero Pablo Dameno, es el subdirector de Planeamiento Urbano en el gobierno local.

Muchos de los barrios náuticos construidos en el delta destruyeron sitios arqueológicos de mil años de antigüedad que contenían enterratorios humanos, instrumentos realizados en diferentes tipos de rocas, alfarería, huesos y restos de la fauna que habitaba en el pasado con anterioridad a la llegada del colonizador europeo. Estos emprendimientos, no sólo obstaculizaron su debida preservación, sino que además generaron un grave impacto ambiental en la zona, ya que para construir los complejos cerrados en tierras inundables, fue necesario rellenar y elevar el terreno, desviando los canales de agua y creando lagunas artificiales.

La expansión de estas urbanizaciones cerradas hoy se prolonga hasta Escobar, donde Constantini está por hacer Nordelta II, EIDICO también desarrolla Haras Santa María (360 has) y San Sebastián (1100 has); JP Urruti hace lo suyo con El Cantón (500 has), y EIR S.A. levanta El Nuevo Cazador (400 has).

El coordinador del Centro de Registro señaló que el delta es un "área clave sobre la que se debe trabajar, no solamente a través de un organismo regulatorio, sino que tiene que ver con cuestiones más amplias como la educación y la protección del patrimonio". Oliva expresó su voluntad política para preservar los sitios que aún no fueron destruidos, aunque señaló que actualmente no es "obligatorio" realizar una evaluación de impacto arqueológico, motivo por el cual "se dificulta la intervención del Centro de Registro", cuando se trata de obras de gran envergadura. "Hay muchos intereses en el juego, el gran desafío es armar el tema de evaluación de impacto y monitoreo, porque uno no puede parar todas las obras, hay que ver cuándo es o no importante el área", indicó.

Además expresó que la evaluación de impacto arqueológico, que ayudaría a preservar numerosos sitios, es "el gran punto pendiente", ya que en la normativa vigente, tanto nacional, como provincial, no es específica en este sentido. "Hay que hacer foco en esta cuestión, estamos trabajando para eso, porque hay una normativa vigente que es la Ley Nacional 25.743 de Protección del Patrimonio Arqueológico y Paleontológico, que en esto es muy amplia, la normativa provincial tampoco es específica para lo arqueológico y por eso este el punto central en que vamos a trabajar: evaluación de impacto y monitoreo de obras", expresó Oliva.

Asimismo, el arqueólogo señaló que la implementación de la evaluación de impacto arqueológico "generaría una revolución con respecto al tema, que representaría una amplia decisión política". Sin embargo, adelantó que desde el Centro de Registro están trabajando en ese sentido: "Hay un proyecto que nosotros estamos elaborando que va en esa línea, que es justamente prever ese tipo de situaciones, ese el gran tema a desarrollar en los próximos 20 años en la protección del patrimonio arqueológico".

Patrimonio arqueológico, "un recurso no renovable"

Además de la región norte del conurbano bonaerense, Oliva indicó que los sistemas serranos de Ventania y Tandil, en el centro de la provincia, y la zona del litoral atlántico también están en riesgo. "Son áreas claves sobre las que hay que trabajar", advirtió el arqueólogo.

En este sentido, remarcó que Buenos Aires estaría en condiciones favorables en cuanto a la preservación del patrimonio con respecto a otras provincias, ya que "existe una institución dedicada al tema, como el Centro de Registro y otros centros de investigación de primer nivel", aunque hay también diversos factores negativos, ya que se trata de una provincia con muchos centros urbanos importantes cercanos a sitios arqueológicos. "La gente en general no se identifica con este pasado importante, tenés el factor negativo que al ser una provincia muy poblada a diferencia de otras, hay muchas ciudades grandes que son de factor de importante impacto", expresó.

Oliva agregó además, que la conservación y la protección no debe ejercerse solamente a través de un organismo regulatorio, sino que también debe articularse desde la educación.

"Lo que hay que tener en cuenta es que el patrimonio arqueológico es un recurso no renovable, y que es la evidencia material de las sociedades indígenas que vivieron en el pasado, es un patrimonio que ayuda a reforzar la identidad, a rearmar, a revalorizar todo el pasado de los 10 mil años de historia", señaló.

En Buenos Aires se implementaron, a través del Centro de Registro dos observatorios de protección del patrimonio arqueológico, uno en el norte y otro en el sur de la provincia, que están coordinados por el Centro y que articulan con arqueólogos, museólogos y paleontólogos. "Cuando hay algún tipo de información sobre un sitio arqueológico, la respuesta es mucho más rápida y directa a través de los observatorios, si alguien encuentra restos, lo denuncia y automáticamente se actúa; por ejemplo si un vecino encuentra cualquier evidencia, como ha pasado en muchos lugares de la provincia, nosotros tenemos el teléfono gratuito 0800 999 2002 en donde la gente denuncia y nosotros en términos rápidos articulamos lo posible para rescatar ese sitio arqueológico", explicó Oliva.

Antecedentes de preservación de sitios arqueológicos

En Baradero, dentro de la provincia de Buenos Aires un cementerio indígena del siglo XVII en peligro fue protegido por la comuna y la Provincia, realizando un rescate arqueológico y comprando el predio al privado que lo poseía. La polémica comenzó en el 2005 y a partir de la movilización vecinal se logró que el Gobierno provincial comprara el terreno a la empresa Transportes Bernardi. En relación a este caso, Fernando Oliva dijo: "Hubo un llamado de los vecinos un lugar de un sitio arqueológico que aparentemente había muy poco o nada, pero para los vecinos tuvo un alto valor de significación. Hicieron un mural con las diferentes comunidades que se supone que habitaron en ese área e hicieron un proyecto con la Universidad de Buenos Aires, vinculado a un centro cultural del lugar, es una re significación de la zona, una experiencia altamente positiva".

Además, el arqueólogo citó otro caso en la ciudad de Ensenada: "Nosotros estamos tratando de articular siempre acciones. Por ejemplo el año pasado en Ensenada, un propietario retrasó la obra a costo de él, para que se sacara ese patrimonio arqueológico y fue importante, se sacó, se rescató y se investigó y la decisión fue de seguir con la obra porque no era tan trascendente en ese momento para dejar un testigo de la obra. Pero la idea hubiese sido conservarlo todo, pero bueno estamos en Argentina y la decisión es múltiple en todos los sentidos", señaló.
"En Buenos Aires hubo delitos de lesa humanidad
hacia las comunidades indígenas"

El coordinador del Centro de Registro del Patrimonio Arqueológico y Paleontológico de la provincia de Buenos Aires, manifestó que la ciudadanía en general no tiene una conciencia de protección del patrimonio y que en particular en Buenos Aires no hay un sentido de reconocimiento hacia los pueblos originarios y la historia pre-hispánica. En este sentido, es de destacar que la carta magna bonaerense no reconoce la preexistencia étnica indígena, en contraposición a la Constitución Nacional.

"Lo arqueológico es una concepción que nos habla del pasado más distante y nosotros vivimos en una sociedad que en general ha tenido un sentimiento de desarraigo, de no pertenencia a ese pasado, de no considerarlo propio. Una de las acciones centrales es coordinar y co-formar, refundar esta identidad", expresó Oliva. El arqueólogo remarcó que en Buenos Aires vivieron sociedades indígenas por más de 10 mil años y que no hay un conocimiento pleno de lo que significa cuidar ese patrimonio. "El problema acá en Buenos Aires radica en que se produjo una guerra durante la constitución de la provincia, en donde se puede decir que hubo comunidades indígenas que fueron matadas y delitos de lesa humanidad", declaró Oliva.

"Si se rastrea a la gente que vive en la provincia ninguno dice tener un pariente indígena, hace mucho tiempo la gente no tenía nada que ver y en el fondo tenían siempre algún alineamiento pariente descendiente indígena y eso tiene que ver con no hacerse cargo de la historia", concluyó

La Flecha. Desde el monte al cemento. Información de Pueblos Originarios. Jueves de 17 a 19 horas.
Radio Estación Sur 91.7 FM. Tel (0221) 4823215. La Plata. Escuchá también desde www.radioestacionsur.org
Realización: Manuel Lonkopan, Florencia Yanniello, Zulema Enriquez, Florencia Ruiz y Pablo Badano.

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